¿Sueñas con aguas turquesas, playas doradas, pueblos blancos con encanto y deliciosa comida mediterránea? Entonces, la Costa Blanca es tu destino ideal. Como local que ha recorrido cada rincón de esta maravillosa región del sureste de España, te comparto mis pueblos favoritos: cada uno con su esencia única, su historia y un encanto especial.

Ya sea que busques relajarte junto al mar, una escapada activa o una experiencia más auténtica entre locales, aquí encontrarás tu lugar perfecto.

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1. Altea – El Alma Artística de la Costa Blanca

Altea es conocida como la joya de la Costa Blanca. Y basta una sola visita para entender por qué. Sus calles empedradas, casas blancas y la iglesia con cúpula azul sobre la colina crean un escenario de postal.

Este pueblo ha sido refugio de artistas durante años, lo que le da un ambiente bohemio y relajado. Pasea por el casco antiguo, disfruta de música en vivo en una terraza y compra artesanía local en los mercados. Altea es ideal para parejas y viajeros que buscan el lado más auténtico de España.

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2. Jávea (Xàbia) – Para Amantes de la Naturaleza

Entre dos cabos se encuentra Jávea, un verdadero paraíso natural. Desde la playa del Arenal hasta los impresionantes acantilados del Cabo de la Nao, este pueblo combina belleza natural con una atmósfera tranquila y familiar.

El casco antiguo conserva huellas de su pasado morisco, mientras que la zona del puerto es perfecta para disfrutar de una cena de mariscos al atardecer. Aquí puedes hacer snorkel, senderismo, kayak… ¡o simplemente relajarte al sol!

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3. Moraira – Elegante, Tranquilo y con Estilo

Moraira es un antiguo pueblo pesquero que ha evolucionado con mucho gusto. Sin grandes construcciones ni turismo masivo, es uno de los rincones más exclusivos y serenos de la Costa Blanca.

Con villas de ensueño, un puerto deportivo encantador y restaurantes de calidad, Moraira es el destino perfecto para quienes buscan paz, lujo discreto y un ambiente refinado.

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4. Calpe – Vistas Icónicas y Playas para Todos

Calpe es fácilmente reconocible por su famoso Peñón de Ifach, una enorme roca que emerge del mar, perfecta para senderistas y amantes de la fotografía. Aquí conviven historia y modernidad: ruinas romanas, paseo marítimo animado y playas para toda la familia.

Es una opción ideal para quienes quieren combinar cultura, naturaleza y diversión en un solo lugar.

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5. Villajoyosa – Color, Tradición y Dulzura

Villajoyosa es pura alegría. Sus casas de colores frente al mar parecen sacadas de un cuadro, y su historia chocolatera añade un toque delicioso (¡no te pierdas el museo del chocolate Valor!).

Menos turística que otras localidades, Villajoyosa ofrece una experiencia auténtica, llena de tradición y ambiente local.

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¿Por Qué Alquilar una Villa en la Costa Blanca es la Mejor Opción?

Ya sea que te enamores del arte de Altea, la tranquilidad de Moraira o el ambiente familiar de Calpe, no hay nada como alojarte en una villa vacacional para vivir la Costa Blanca a tu ritmo.

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