Tesoros ocultos de la Costa Brava: pueblos fuera del circuito turístico

La Costa Brava es conocida por sus playas de ensueño, sus encantadores pueblos costeros y la animada vida de lugares como Lloret de Mar o Tossa de Mar. Pero si te alejas un poco de los destinos más concurridos, descubrirás un lado mucho más auténtico y tranquilo de esta región catalana. Si lo que buscas es conectar con la esencia del Mediterráneo, estos pueblos escondidos son una joya por descubrir.

1. Begur: Encanto bohemio y calas secretas

Situado entre colinas cubiertas de pinos y una costa escarpada, Begur es un pueblo con un ambiente especial. Sus casas blancas, calles empedradas y un aire bohemio lo hacen irresistible. Desde su castillo medieval se disfrutan vistas espectaculares del mar, y sus calas cercanas —como Sa Tuna y Aiguablava— son auténticos paraísos escondidos. Ideal para quienes buscan tranquilidad con un toque de historia.

2. Pals: Un viaje al pasado

Pals es un pueblo medieval perfectamente conservado, a solo unos kilómetros del mar. Caminar por sus calles de piedra, rodeadas de arcos góticos y torres antiguas, es como retroceder en el tiempo. Además de su belleza, Pals es perfecto para el turismo lento: paseos sin prisa, restaurantes familiares y paisajes que inspiran calma y desconexión.

3. Calella de Palafrugell: Espíritu marinero auténtico

A diferencia de otros destinos más turísticos, Calella de Palafrugell ha mantenido su esencia de pueblo pesquero. Las casas blancas, los paseos junto al mar y los restaurantes tradicionales crean una atmósfera única. Si visitas en julio, no te pierdas el festival de Havaneres, donde se cantan canciones marineras en plena playa, bajo las estrellas.

4. Peratallada: Una joya esculpida en piedra

Si te enamora la arquitectura medieval y los pueblos con alma artística, Peratallada te cautivará. Este pequeño pueblo está lleno de calles de piedra, murallas antiguas y rincones cubiertos de hiedra. Además, es famoso por sus tiendas artesanales y restaurantes que ofrecen lo mejor de la cocina catalana tradicional. Ideal para una escapada romántica o cultural.

5. Tamariu: Un rincón escondido junto al mar

Tamariu es un pequeño paraíso para los amantes del mar, con aguas cristalinas y una bahía protegida que invita a relajarse. Lejos de las grandes multitudes, ha sabido conservar su encanto natural y su ritmo tranquilo. Perfecto para familias, parejas o simplemente para quienes buscan paz y mar turquesa.


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