La Costa Brava no solo es famosa por sus playas de aguas cristalinas y pueblos con encanto, sino también por ser un paraíso escondido para los amantes del vino. Situada en el corazón de Cataluña, esta región ofrece una experiencia enoturística única donde tradición, innovación y hospitalidad mediterránea se unen en cada copa.

El sabor de Cataluña: por qué la Costa Brava enamora a los amantes del vino

La Costa Brava forma parte de la histórica DO Empordà, una de las zonas vitivinícolas más antiguas de España. Con un clima perfecto, suelos minerales y variedades autóctonas, esta región produce vinos de gran carácter: tintos intensos, blancos frescos y cavas que te harán brindar por la vida.

Lo que hace especial la cata de vinos aquí es la cercanía con los productores. Muchas bodegas son familiares, y sus dueños te reciben con los brazos abiertos para contarte sus historias, enseñarte sus tierras y compartir contigo su pasión por el vino.

Las mejores bodegas y viñedos para visitar en la Costa Brava

1. Celler La Vinyeta (Mollet de Peralada)

Una bodega joven, moderna y sostenible que ha conquistado los corazones de muchos. Aquí podrás degustar vinos ecológicos, aceites de oliva artesanales y pasear entre viñedos que respiran autenticidad. Su vino blanco de variedades autóctonas es una joya.

2. Bodega Perelada (Peralada)

Una bodega con historia que se remonta a la Edad Media. Ofrece visitas a sus bodegas subterráneas en el castillo, museo del vino y catas de vinos premiados a nivel internacional. Su cava y los tintos de reserva son imperdibles.

3. Mas Estela (Selva de Mar)

Ubicada dentro del Parque Natural del Cap de Creus, esta bodega biodinámica te dejará sin palabras. Sus vinos orgánicos reflejan la pureza del entorno. Recomendamos probar su vino dulce de Garnacha: una delicia inesperada.

4. Espelt Viticultors (Vilajuïga)

Una gran bodega que conserva el alma familiar. Aquí puedes caminar entre viñedos con vistas a los Pirineos y disfrutar de catas guiadas con vinos que equilibran tradición e innovación.

5. Martin Faixó (Cadaqués)

En plena joya costera de Cadaqués, esta bodega ofrece una experiencia única entre el mar y la montaña. Sus vinos tienen personalidad y suelen servirse acompañados de quesos locales y jamón ibérico.

Maridaje perfecto: vino y gastronomía catalana

La experiencia no está completa sin probar la deliciosa cocina catalana. Muchas bodegas ofrecen maridajes con productos locales: pan con tomate, quesos curados, anchoas de L’Escala y setas de temporada. Cada sorbo y bocado es una celebración del territorio.

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Después de una cata, nada mejor que una copa de vino en la terraza, un chapuzón en la piscina y una cena al aire libre. Ya sea en pareja o con amigos, nuestras villas son el complemento perfecto para tu escapada enológica.